16 julio 2015

Altamente contagiosa, la docencia.

Por algún tiempo pensé que ésto de "dar clases" y de acompañar, compartir pensamientos e ideas con personas jóvenes con deseos de superación, que también involucra levantarse más temprano para investigar y leer, acostarse más tarde para encontrar algo nuevo que compartir, correr a toda velocidad para cruzar la ciudad y llegar a tiempo, acompañarlas fuera de casa durante mis fines de semana, semanas y meses de vacaciones al otro lado del mundo y dejar a mi familia atrás, de escribir folletos, libros de texto, grabar podcasts, tomar cientos de fotografías, revisar miles de proyectos, pruebas escritas, evaluar todo... era cosa de locos y que yo me había vuelto uno más de esos que creen que la educación cambia la vida de las personas que van a transformar al mundo en el futuro inmediato, que la educación es la mejor herramienta para hackear el sistema, para distribuir con equidad la justicia.
Sinceramente no sé si ésto de "dar clases" se trata de un gen que se hereda, o bien de un virus altamente contagioso que se te mete en huesos y carne, difícilmente vas a encontrar una droga más adictiva que haga que tu voluntad se doblegue por encontrar satisfacción en ver crecer a otros. Algunos al mirar atrás -23 años- dicen: -Éramos todos muy jóvenes entonces.
En esta oportunidad deseo compartir con ustedes un testimonio, esta vez no será el mío. Se trata de una de mis amigas y compañeras del programa de Lic. en Publicidad en el IMP, ésto pasó en México, Ana Laura con quien tuve el enorme gusto de cursar casi toda la carrera juntos, hacer vídeos, exponer en equipo, desarrollar campañas publicitarias, irnos de foto tour, revelar fotos en laboratorio, montar exposiciones, visitar museos, en fin y quién también un día fue afectada por este mismo bicho. Será ella misma la que lo explique mejor y con sus propias palabras cómo fue seducida por la docencia.
Ana Laura Barro, hoy docente después de 23 años.
"Fue una casualidad, cursaba el octavo semestre de la carrera -licenciatura en publicidad- y me invitaron a impartir una materia para una de las carreras técnicas, la clase era Teoría de la comunicación 1, una de mis materias favoritas por cierto. Siempre me dije que nunca sería maestra porque como alumna resulté ser algo irreverente, y admiré siempre la paciencia de mis profesores ante el grupo. Sin embargo la petición venía de uno de mis profesores más queridos y no me pude negar, y de pronto me vi preparando el material para la el curso y estructurando la primera clase, tenía apenas veintitrés años, apenas les llevaba escasos cinco años a la mayoría de los alumnos, y a algunos menos que eso.
Ana Laura recibe un reconocimiento a su labor de manos del Rector.
No negaré el nervio que se siente al entrar al salón y luego esas miradas juiciosas de aquellos alumnos, sin embargo, a medida que avanzaban los minutos, y replicaba el contenido preparado, fluía en mi una energía especial que provenía ciertamente de aquellos compañeros de aula que recibían información preparada especialmente para ellos, llegaron los ejercicios, las preguntas y con ellos las respuestas, y fue ahí, cuando descubrí mi gusto por la docencia, las respuestas de aquel grupo demostraban, que había logrado captar su atención, despertar su interés y por supuesto que se cuestionaran también los temas expuestos, era como haber empezado a sembrar y ver a lo largo del curso como se iban cosechando los esfuerzos. Sin embargo lo más gratificante de esta experiencia fue descubrir lo mucho que también estaba yo aprendiendo de mi junto con ellos.
Esta aventura inició en el año de 1992, y ha continuado hasta hoy, diferentes aulas, diferentes universidades pero la misma esencia, la misma pasión por entregar y regresar a la academia lo mucho que me entregó. Mi mayor satisfacción está en colocar un granito de arena en estas nuevas generaciones que en pocos años tendrán la responsabilidad de sacar adelante sus países."

Lic. Ana Laura Barro Guevara

Es mi deseo que a través de estas letras alguien más se haya inspirado agradezco tu valioso tiempo y también el de Ana Laura que gracias a las herramientas de la internet nos ha permitido este encuentro virtual y compartir en estas breves líneas.

Qué estés bien.









El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.




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