01 diciembre 2019

Navidad y la excusa de las fiestas de fin de año.

Personaje de ficción que odia la navidad.
Los amantes -fans- de la temporada navideña están a punto de vivir la realización de su sueño anual de la mejor época del año y encender el modo Navidad, para muchos se llama el espíritu navideño. Muchas personas; niños y jóvenes, y emprendedores del sector comercio esperan cada año la temporada de las fiestas de fin de año para cambiar su entorno y así vestir de blanco, verde, rojo, y dorado todo su ambiente, el que más emoción produce entre los compradores.
En algunos países la celebración inicia con las reuniones de las posadas a los peregrinos, en otros con la cena de acción de gracias, en muchos otros no hay señal clara para su inicio; es el sector comercial con sus templos dedicados a las ventas al detalle quienes dan la señal de salida. La fiesta se extiende hasta la primera semana de enero, sobre todo en países de habla española.
Los minoristas -vendedores al detalle- también vivirán su sueño realizado, pues pueden lograr -solo esta temporada- el 40% de todo lo vendido en el año. Solamente en 2017 se había estimado que en los EUA se iban a vender mercancías por 800 mil millones de dólares. Hace un año atrás Amazon aumentó un 25% sus ventas de ropa de la temporada de fin de año en hasta 30,800 millones de dólares. En 2017, Amazon capitalizó ingresos por 24,600 millones de dólares gracias a la ropa y el calzado, frente a los 29,000 millones de dólares que facturó Walmart. Se estimó que en el cierre de la temporada de la Navidad de 2018 las ventas de los detallistas cerraron en 719.17 miles de millones dólares. Otras fuentes de investigación hablan de un modesto crecimiento de 2.9% en las ventas con respecto al año anterior 2017. Hay proyecciones optimistas sobre que en el mes de diciembre de 2019 las ventas lleguen hasta los 730 mil millones de dólares.
Recuerdos y nostalgia. Los regalos para los niños; juguetes, comida y ropa, unos señores que visten rojo y blanco con larga barba blanca y sus renos. A los más grandes los atraen las comidas de trabajo, las compras locas en tiendas y almacenes, las comidas de la temporada, los dulces y postres, bebidas con chocolate, visitar los templos, visitar las villas navideñas, los intercambios de regalos, vestir ropa con el tema navideño, las reuniones familiares, quemar pólvora, asistir a las salas de cine a disfrutar de los estrenos, o bien las películas navideñas clásicas en la televisión como; mi pobre angelito, el Grinch, el cuento de la Navidad. O bien, viajar junto a la familia, pasear en trencito, iluminar el árbol con muchas luces de colores por primera vez, la música navideña cantada y orquestal, y otras.
Viajeros. Muy posiblemente -2019- se aumente en 4% el número de viajeros en los EUA por esta temporada de fin de año, llegando a un número estimado mayor a los 26.8 millones de pasajeros utilizando avión y más de 53 millones de personas viajando por carretera en distancias mayores a 80 kilómetros, solo en los Estados Unidos.

Yo mismo he disfrutado de grandes momentos en la víspera de la Navidad -el veinticuatro- junto a mis hijas. Cuando todavía eran niñas pequeñas, me gustaba esconderme detrás de una ventana cerca del árbol y con voz de hombre mayor gritar Jo, jo, jódesde allí verlas reír y gritar de alegría por abrir sus regalos.  También disfruto muchas de las comidas de la época; puedo adelantar que en cada familia se vive cierta nostalgia al comer cosas que aprendimos apreciar con nuestros abuelos, cuando eramos -todavía- niños pequeños. Es que la navidad es para los niños, y para sentirse como niños un momento año tras año.
Uno de los mayores iconos navideños de nuestra generación.
Los fans de la Navidad son muchos, así como las interpretaciones acerca de la Navidad, éstas también pueden ser muchas. Resulta ser frecuente mi encuentro con personas que expresan con mucho animo como la música navideña les alegra el alma; disfrutan la música tropical, el clásico piano merengue, los villancicos con santa entregando regalos y visitando los pueblos, los simpáticos temas bailables y su playlist para fiestas decembrinas, más de alguna canción bailable competirá y se colocará como la canción del fin de año en todas las fiestas y reuniones. Otras personas aman la decoración navideña; los colores, los adornos, las luces de colores y la transformación de los espacios públicos, oficinas y de su hogar.
Para muchos otros la comida de la celebración es su máximo placer de la temporada; son amantes de los platos nostálgicos. Muchos esperan los nacatamales, las torrejas, la pierna de cerdo, el pollo al horno, tamalitos de frijoles, romeritos, bacalao, el ajiaco, el pavo con relleno, ponche de frutas, en fin. Para muchos otros la parte más esperada está en las reuniones con amigos, compañeros de trabajo y las de familia. Una de las decoraciones más disfrutadas por niños y por adultos, son los portales y los nacimientos; los hay muy pequeños y discretos con figuritas de barro cocido, porcelana, metal y en fin. La mayoría se limitan a contar una versión de la navidad de la tradición cristiana, otros cuentan de manera humorística o simpática los últimos escándalos políticos del país, como si éstos últimos fueran pocos.
Esta atractiva temporada de la navidad y fin de año está asociada a muchos excesos en la ingesta desmedida de alcohol, se usa como excusa para tener sexo fácilmente, aumentan accidentes de tráfico, atracos y asaltos, robos, en fin. Las salas de emergencia de clínicas y hospitales suelen tener sus picos de atención en la temporada de diciembre, por intoxicación con alimentos, golpes, suicidios, heridas causadas por empaques plásticos herméticos, y para muchos papás es el momento de comprar baterías para los juguetes que no las incluyen.
Localmente, en los países de Centro América se acostumbra a quemar pólvora, tirar petardos, y fuegos artificiales durante toda la noche, y se llega al clímax a las doce de la media noche. Esta es la excusa perfecta para que muchos niños aprendan a fumar cigarrillos, y a quemarse más de un dedo jugando con la ahora ilegal pólvora. Algunos sufrirán quemaduras serías y llegarán hasta los hospitales para ser atendidos de urgencia.
Los aeropuertos, las terminales de autobuses inter urbanos se verán colapsadas y llevadas al máximo de su capacidad en los días previos con viajeros que desean llegar a casa para celebrar una cena navideña junto con sus amigos y familiares. En los salones de algunos hoteles y restaurantes se organizan fiestas, bailes, y banquetes que garantizan una velada inolvidable.
También hay personas quienes sobreviven a estas fiestas solas, en profunda depresión y que corren a refugios falsos como el alcohol y las drogas para superar las horas que dura esta celebración. Resulta que la víspera de la navidad (el veinticuatro) y su celebración opaca con todos sus excesos y abusos a la navidad y su mensaje, en sí mismo.
El aguinaldo. A algunos de los que disfrutan de la dicha de contar con un salario mensual, también les suele pasar, que reciben un bono especial durante estas fechas. En algunos países se trata de una costumbre, en otros ya es ley, o también se trata de un reparto de utilidades. La tradición nos invita a comprar ropa de estreno para la navidad, y juguetes el seis de enero. Cuando lo más sabio será guardarlo para empezar el año con algo de ahorros, y hacer más llevadera la cuesta de enero, mes en que todos los bolsillos suelen estar vacíos.
Así llegamos finalmente a la Navidad con resaca, con el estomago al revés, cansados, con dolor en los pies, con aroma a cenicero,  desvelados y con somnolencia. Por fin llegamos a la Navidad, con los estados de cuenta de nuestras tarjetas de crédito saturados o sobregirados, las cuentas de ahorro vacías y regalos para ir a cambiar o devolver a los almacenes. Ese día al despertar somos menos receptivos al mensaje de la Navidad que el mismo Grinch.
Santa, resulta ser el para la mayoría el personaje principal de la fiesta.
Al final de tantas vueltas, de muchas historias y simpáticas anécdotas sobre nuestra loca navidad, surge la pregunta: ¿Qué es lo que realmente celebramos en la Navidad o Natividad? ¿Por qué corremos desesperados y vaciamos nuestros bolsillos en una alocada carrera por limpiar los almacenes y los mercados como si no hubiera mañana?

Que estés bien, y feliz Navidad.





El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.

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